Siempre he pensado que Marruecos era el destino exótico más próximo a España. Madrid - Casablanca / Marrakech, están a escasamente 2 h. en avión. Algeciras - Targer está unido por cuatro ferrys diarios, donde por poco mas de lo que cuesta un billete normal puedes subir el coche y recorrer el país por carretera.
Es impactante la sensación que experimentas cuando llegas a Marrakech por primera vez. De repente te ves sumergido en un mundo distinto al que estás acostumbrado: gritos, olores, paisajes, motocicletas que pasan rozándote, el almuecín llamando a la oración, el zoco.... En definitiva, pese a estar tan cerca de España, se ha cambiado de continente, religión y cultura. Incluso en el interior del zoco parece que se haya retrocedido en el tiempo.
Lo descrito anteriormente refleja, para mi y para la mayoría de la gente, lo que definimos como un destino exótico; algo muy distinto a lo que estamos acostumbrados y que, en mi caso, suelo asociarlo con destinos de temperatura templada y generalmente en África o Asia. No se porque pero es así.
Cuando empecé a desarrollar este relato, me di cuenta de lo equivocado que estaba en mi concepto de lo "exótico". Según la R.A.E., el significado de exótico/a es: 1.- Extranjero, peregrino, especialmente si procede de país lejano. 2.- Extraño, chocante, extravagante.
En ningún momento se hace mención o es requisito para que un destino sea exótico a si debe hacer frío o calor, estar al norte o al sur, en un continente o en otro. Basta con que sea extranjero (fuera de nuestras fronteras), extraño (distinto a lo nuestro) y chocante. Que se trate de un país lejano (habría que definir "lejano" hoy en día no hay nada a más de 20 h. de avión, sin embargo caminando....), por lo tanto el abanico de "exótico" se abre a muchos más destinos de los creídos inicialmente.
Es curioso que mientras que conceptualmente el abanico se abre, por otro se cierre. A nivel individual el numero de personas que viaja a destinos lejanos y extraños es cada vez mayor, y por lo tanto para esas personas lo exótico es cada vez mas cercano y conocido y por lo tanto menos exótico. ¿Quien no conoce a alguien o incluso el mismo, que haya viajado a destinos como: Myanmar, Tailandia, India, Zanzíbar,...? son lugares donde hace escasamente 15 ó 20 años era una aventura ir y sin embargo hoy figuran en todos los catálogos de viajes.
Está claro que el concepto de viajar a un "lugar exótico" se está poniendo, cada vez, más difícil.
Pero en estas lineas quiero destacar justamente lo contrario. Los destinos que por tenerlos cerca o por ir con frecuencia no los consideramos suficientemente o nada exóticos. Voy a enumerar algunos, de los cientos que hay, y os invito a que reflexionéis sobre vuestros lugares exóticos o únicos, y que no necesariamente tienen que estar en la otra punta del mundo.
Personalmente nunca he visto un agua más transparente y limpia que las de Formentera (1 h. en fast ferry desde Denia). He tenido ocasión de estar en muchas playas del Caribe, Asia y Polinesia, pero ninguna se asemeja a las de está isla. Creo que las aguas del Mediterraneo son únicas en el mundo. El hecho de que no existan mareas tiene mucho que ver en esta exclusividad.
¿Existe algo más "chocante" que sentarte en un coche con el volante a la derecha y circular por la izquierda, cerrando los ojos cada vez que te cruzas con otro coche? Pues esto pasa en el Reino Unido (2 h. avion desde Madrid).
En Londres hay zonas donde el canto del almuacín parece que te abduzca y te traslade a pleno centro de Islamabad a tiempo de llegar a la oración.
España, sin ir más lejos, ha sido un destino típicamente exótico para la mayoría de los pueblos del norte de Europa. Sol, playas, flamenco y toros, han sido y siguen siendo el reclamo turístico de España. El famoso eslogan de Fraga (Ministro de Información y Turismo en los años 60) "Spain is different" sigue siendo actual en algunos aspectos.
Pasar la noche a 4.500 m. de altura en el refugio Reina Margarita en Punta Gnifetti (2 h. avion a Ginebra más tren a Zermatt) es algo al alcance de pocas personas, principalmente por los conocimientos técnicos necesarios y la forma física para llegar hasta el.
Quien no quiera subir tan alto pero no olvidar el atractivo de las montañas puede pasar la noche en el nuevo refugio del Monte Rosa a 2.800 m.
Los dos refugios están localizados en el macizo del Monte Rosa (Suiza / Italia) el segundo más alto después del macizo del Mont Blanc.
Un fin de semana en una villa de la Toscana o en una masía de el Ampurdan puede resultar sumamente exclusivo y gratificante. Además sin problemas de jet lag y de cambio de moneda.
Muchas veces no es necesario recurrir a destinos lejanos y caros para disfrutar del momento, del lugar y del exotismo que, de una manera u otra, poseen todos los lugares. Solo hay que saber aprovecharlo.
Es posible que no todos destinos que he mencionado cumplan al 100 x 100 con la definición de la R.A.E. pero de momento para mi siguen siendo exóticos y mágicos.
Hay un artículo en la sección "El Viajero" de El País de hoy que me ha parecido muy bonito sobre viajar a través del arte y pone fotos de cincuenta obras significativas para el alrededor del mundo. Evidentemente faltan muchas pero la idea es muy chula.
ResponderEliminargracias
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